El 15 de mayo de 1969 en una
jornada de protesta, por los precios en el comedor universitario, la represión
policial asesinó al estudiante de medicina, oriundo de Paso de los Libres, Juan
José Cabral "Chelo". Este día de protesta que concluyó con la muerte
de Cabral y varios heridos por la brutal represión policial marcó el principio
del fin de la dictadura de Onganía.
Lo que se dio en llamar el
Correntinazo, dio paso a protestas en Rosario y en Córdoba, que dieron el golpe
final al gobierno de facto que pretendía perdurase en el tiempo. Como todos los
años en toda la provincia se darán actos de homenaje al estudiante libreño, en
esta ciudad en particular se colocaran ofrendas florales en el mausoleo en
donde descansan sus restos junto a la Cruz Mayor del Cementerio local.
Gases, palos, sables, y disparos
de armas de fuego fueron utilizados para reprimir una multitudinaria marcha
estudiantil que el 15 de mayo de 1969 se dirigía al Rectorado de la Universidad
Nacional del Nordeste para reclamar por los precios del comedor universitario.
Fue una jornada trágica que dejó varios heridos y la muerte del estudiante de
cuarto año de medicina Juan José Cabral, oriundo de Paso de Los Libres.
El gobierno de facto del general
Juan Carlos Onganía, al derrocar al presidente constitucional Arturo Illia en
el golpe de estado de 1966 bajo la llamada “Revolución Argentina”, interrumpe
la autonomía y democracia de las Universidades Nacionales utilizando las
fuerzas armadas en sucesos como la tristemente conocida “Noche de los Bastones
Largos”. El “modus operandi” de estas prácticas era el ingreso por la fuerza de
soldados y policías a las casas de altos estudios, defendidas por docentes y
alumnos, los cuales fueron salvajemente reprimidos, encarcelados y desterrados
de nuestro país.
En la UNNE fue designado como
rector el abogado Carlos Walker, que como primer medida ordenó la disolución de
todos los centros de estudiantes. La respuesta vino de la Federación
Universitaria del Nordeste (FUNE) y todas las agrupaciones estudiantiles que,
ante la situación presentada, los estudiantes se declaran en huelga y no
permiten el comienzo del ciclo lectivo el año 1969.
Como era de preverse, en todo
Golpe de Estado, unos de los primeros objetivos fue la Universidad Pública,
cuna de todas las ideas y doctrinas democráticas de la sociedad.
Las manifestaciones estudiantiles
comenzaban a tener mayor envergadura tanto en Corrientes como en Resistencia,
llegando a su punto máximo en mayo, donde se suman a la protesta la CGT, los
docentes de la provincia, alumnos del secundario, y en general toda la sociedad
de las dos provincias. Asimismo, la represión policial aumentaba a medida que
las marchas estudiantiles eran más numerosas.
Así se llega el 15 de mayo de
1969, cuando una marcha estudiantil multitudinaria, acompañada por estudiantes
secundarios, docentes, gremialistas, miembros de la Iglesia (Movimiento de
Sacerdotes para el Tercer Mundo) y la sociedad en su conjunto, que comienza en
horas de la mañana, desde distintos puntos de la ciudad de Corrientes, con el
objetivo llegar al Rectorado de la UNNE.
Pero la policía reprime
salvajemente las distintas columnas con gases, palos, sables y disparo de armas
de fuego. La columna compuesta por más de mil quinientos jóvenes se dispersa,
muchos son heridos y otros tantos son encarcelados. A pesar de ello, los manifestantes
vuelven a reunirse y la policía nuevamente reprime.
Pasado el mediodía los
estudiantes deciden reunirse en la plaza Cabral, y cerca de las 14 un grupo de
estudiantes es interceptado por un móvil policial con personal de civil, el
cual abre fuego sobre los estudiantes. En esta acción cae muerto de un disparo
Juan José “Chelo” Cabral, sumado a esta desgracia queda un saldo de un sin
número de heridos, que son socorridos por sus compañeros.
“La muerte de Juan José Cabral
significó un golpe a los estudiantes y una verdadera convulsión social que puso
en jaque a las autoridades de la UNNE”. Las repercusiones de lo que se dio en
llamar el “Correntinazo”, desembocaron en los movimientos obrero-estudiantiles
de Rosario y Córdoba (Cordobazo). Estos son hechos que dan por perdido las
ambiciones de Onganía de prolongar su dictadura por una década, y pone a toda
una sociedad en contra de los militares que terminan entregando el poder en
1973.
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